Querida Sam,
Te escribo esto, aunque ahora no sepas ni hablar bien, pero algún día podrás leer y entender lo mucho que has cambiado mi vida. (Y también las de Mamá y Papá).
¿Sabes que tu nombre tiene historia? Tu nombre significa alegría, un soplo de aire fresco y un jardín encantado, según el idioma en el que quieras decirlo. Elegí ese nombre porque para nosotros significaste todo eso... Permíteme, Sam, que te cuente cual ha sido la mayor sorpresa de nuestras vidas...
...Eran unos años difíciles para nosotros, un cúmulo de historias que algún día escucharás. Mamá lo pasaba mal y Papá no iba mucho mejor, y entremedias me veía yo arrastrada. Eramos una familia desunida, triste, sometida a constante tensión que demasiadas veces estallaba. No sabíamos qué hacer para mejorar, y sencillamente dejamos que esta situación avanzase durante años. Pero los problemas no vienen solos, y la visión de mamá empeoró. Eran tiempos tan duros Sam, ojalá no tengas que vivirlos nunca.
Pero en Noviembre, las cosas fueron a mejor y hubo una pequeña sorpresa que ahora es la mayor alegría de nuestra casa. Mamá consiguió un puesto adaptado a ella, papá y yo comenzamos a respetarnos algo más, ya no había tanta tensión en casa. Todo mejoraba de manera radical. Era como si todos los problemas desapareciesen, preparando un hogar feliz para tí. El 20 de Noviembre, nos dieron la gran noticia. La mayor noticia de nuestras vidas. Recuerdo, como si fuese ayer, la voz de mamá. Temblaba tanto, Sam, era tan alegre y tan incrédula... esa voz, pocas veces la volveré a oir.
Tras la buena nueva, papá y yo dejamos completamente nuestras diferencias de lado y nos dedicamos a hacer que mamá fuese la mujer más sana y feliz del mundo. Y casi lo conseguimos, hahaha. Nos sentábamos los tres a ver tus ecografías, (yo te llamaba "Judía"), y no dejaba de contar los días hasta que llegases.
Aunque en esos nueve meses, algún susto nos llevamos. Tras la pérdida de la niña que iba a venir antes que tú, nos volvimos los tres algo paranoicos, y no dejábamos de correr a las Urgencias del Hospital de la Paz a la mínima. Pero un día, si fuimos con motivo... Iba mamá a hacer un recado, y cayó al suelo al no ver un bordillo. Cayó con todo su peso sobre el estómago. Aunque parte del golpe lo paró con las manos, el estómago sí recibió el impacto. Ese día lo pasamos tan mal. Te quedaban 5 meses para nacer, y pensamos que te habíamos perdido. Grata fue nuestra sorpresa cuando nos dijeron que estabas perfectísimamente, que no había motivos de preocupación.
Tu nacimiento fue una odisea. Ibas a nacer el día 6 de Agosto, pero una subida de tensión de mamá alertó tanto a los médicos que la operaron el día 3 (el mismo día que la ingresaron). Fue un constante correr, tanto para mí que estaba con mamá como para papá quien vino corriendo del trabajo. Pero tras la operación y todos los meses de espera, llegaste.
A partir de entonces, toda la casa se volcó en correr detrás tuya, en preocuparnos todos de todos, pero sobre todo de tí. Eras, la cosa más bonita que había visto nunca. Eras, como un huevillo con ojos de chino, que olía demasiado bien. (Hahaha).
Cumpliste tu primer año en la India. Y el segundo, aquí. Dos años... ¿Te lo puedes creer?
Querida Sam, por todo lo que nos has echo vivir, por hacernos sonreír y reir cuando ríes o te enfadas, cuando me arañas las heridas para verme sangrar,cuando bailas y cantas, cuando lo tiras todo para distraernos y coger lo que quieres, cuando pintas la casa entera y rompes los libros, cuando llamas por teléfono a toda la agenda telefónica, cuando nos miras y nos ofreces tu chupete para no llorar, cuando nos abrazas o te pones celosa de que mamá y papá me abracen, cuando me llamas y me hablas, cuando corres al ver a mamá y papá de lejos, cuando nos me ves triste y me dice "No te 'tepuques' mana"... Con todas esas pequeñeces nos llenas del amor que antes nos faltaba.
Gracias por haber venido.
Con amor, de una hermana demasiado cursi...
Priyanka.
